Después de más de tres mil conciertos, millones de discos vendidos, películas, viajes, hoteles, humo, sudor, sujetadores, miles de kilómetros, aeropuertos, carreteras infinitas, curvas, baches, bares, teatros, estadios, garitos, fotos, libros sobre nuestra vida, críticos, amigos, traidores, bellezas, documentales, sonrisas hipócritas y besos de amor que llevo enredados en mi corazón, aquí estoy, aquí estamos, en este incendio que nunca se apaga, con la camiseta y las guitarras colgadas, y con más ilusión que nunca por que llegue el próximo concierto, la próxima gira, la nueva canción. Ensayando, riendo, empezando todo otra vez, soñando ilusionados con la próxima gira, la de nuestro cuarenta aniversario, que nos va a llevar incluso a países y ciudades donde no hemos tocado, como Chile y Canadá, además de volver a recorrer por enésima vez los que nos lo han dado todo, a los que debemos tanto… y será un placer inmenso. Como siempre, nos cuenta David Summer en Marenostrum.

Dicen que el éxito no consiste en llegar a la cima, sino en mantenerse. Tal vez no en la cima actualmente, pero sí seguro que de la mitad de la montaña hacia arriba están los Hombres G. No es nada fácil aguantar 40 años en la memoria colectiva de la gente.

Como dice el lema de su última gira, “40 años y seguimos empezando”, este cuarteto que en la década de los ochenta nos hizo ‘sufrir como mamones’ o tener que ponernos un marcapasos, llegan a Marenostrum Fuengirola el próximo 15 de julio con la ilusión del que comienza su carrera.

Varias generaciones hemos disfrutado con las canciones de Hombres G. Abuelos, padres, hijos y nietos llevan cuarenta años y más de 3000 conciertos a sus espaldas.