El consistorio aprueba una muy importante medida fiscal que comenzará a aplicarse en enero de 2022 y que beneficiará a numerosas familias y a empresas de nueva implantación. Por un lado, la propuesta recoge una reducción del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI o contribución) durante dos años a quienes decidan implantar en sus domicilios placas fotovoltaicas para el aprovechamiento térmico o eléctrico de la energía proveniente del sol. Por otro, apuesta por una rebaja del 28% a aquellas industrias de gran tamaño que buscan radicarse en Alhaurín de la Torre.

El texto que sale adelante de forma provisional, a la espera del periodo de alegaciones y de la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia, contempla la modificación de uno de los artículos de la Ordenanza Fiscal Reguladora del IBI, a fin de establecer una bonificación del 50% durante el primer año, y del 25% en el segundo, a las familias que instalen esos sistemas. En ningún caso, la cantidad total bonificada para cada uno de los años en que se aplique este beneficio no podrá superar el 33 por 100 del coste total de la instalación.

Según los cálculos del Ayuntamiento, durante el año 2020 se concedieron 18 licencias para la instalación de placas fotovoltaicas, mientras que en el 2021, hasta la fecha se llevan tramitadas 33 licencias, que probablemente llegarán a 44 a final de año. Según el edil, la inmensa mayoría de ellas son habilitadas en viviendas unifamiliares ya construidas.

Tanto Perea como el propio alcalde, Joaquín Villanova, aseguran que el Consistorio ha querido ser sensible con esas familias, atendiendo a la tendencia al alza en el número de licencias solicitadas, particularmente en estos últimos meses, en los que el precio de la energía eléctrica se ha disparado brutalmente alcanzando máximos históricos.