España va haciendo frente, paso a paso, al enorme problema que ha significado durante demasiados meses la falta de autonomía e independencia para la fabricación y la distribución entre la población de material de protección frente al covid19. Para paliar ese déficit, el Grupo Farmaquivir se propuso, y ha conseguido, convertirse en referente nacional en la producción de mascarillas FFP2 desde su fábrica de Alcalá de Guadaira, Sevilla.

El impulso a este proyecto, que ya es una realidad consolidada, se produjo cuando en la primera mitad de este 2020, el fondo de inversión PSG (Principal Standard Group) entró en el capital de la compañía permitiendo la incorporación de la última tecnología y la generación de nuevos puestos de trabajo.

La firma, absolutamente asentada en el sector farmaceútico desde hace años, con todas las bendiciones en forma de homologaciones y certificaciones tanto de la Unión Europea como de Estados Unidos, ha inaugurado la primera línea con capacidad para poner en el mercado 1,5 millones de mascarillas y sigue ampliando el proyecto para contar, al menos, con cuatro cadenas de producción que multipliquen ese millonario volumen.

El CEO de Farmaquivir, Javier Coterillo, ha insistido en la necesidad de combinar el crecimiento y el negocio con la especial responsabilidad social corporativa ante el zarpazo no sólo sanitario sino social de la pandemia: “lo normal es pensar que vivimos sólo un tiempo de cambios pero en mi opinión vivimos un cambio de tiempo. Y creo que quienes tenemos la responsabilidad de estar al frente de organizaciones importantes, empezando por las empresas, y desde luego en el sector ‘farma’, hemos de generar los mecanismos para guiar ese tiempo nuevo y ser capaces de liderar los equipos para generar esperanza”.

Coterillo señala, por otra parte, que “todos estamos reflexionando en esta crisis sobre los cambios en la sociedad y en cada persona (…) en mi opinión, y especialmente ahora, la sociedad necesita referentes, líderes, desde luego resolutivos, pero sobre todo más colaborativos, más volcados en la comunidad, más solidarios… diría que incluso más emocionales”.

La firma andaluza, volcada en la producción masiva de mascarillas de calidad, está distribuyendo desde inicios de 2020, cada mes con más intensidad, ‘material anti- covid19’: desde guantes de nitrilo y batas, a buzos o respiradores, con una creciente capacidad de exportación a los mercados internacionales.