Por: Daniel Fernando Mejía Lozano

Periodista Internacional en Francia @DanielMejiaLoz2

La actriz colombiana reaccionó a las críticas del Embajador de Colombia en Londres Roy Barreras respecto de las narconovelas, compartiendo su perspectiva sobre estas producciones.

 

“En parte tiene muchísima razón, hay muchísimas historias espectaculares. Yo no tuve la suerte de conseguirme ninguna de esas historias, que me hiciera caso ninguno de los estudios para hacerla. Pero le llevas algo que tiene que ver con los narcos y es una fascinación, a mí me fascina, yo me las veo todas. Y yo soy colombiana”, dijo Sofía Vergara en relación con las narconovelas.

“Sofia contribuye a Destruir la imagen de Colombia”, así se han pronunciado diversos cibernautas por las redes sociales desde Europa,  pisotear la diversidad cultural de Latinoamérica se ha convertido en una tradición para las productoras norteamericanas. Mientras Sofia Vergara disfruta de las mieles de la fama y el dinero fácil, las niñas prostitutas de Cartagena, menores de edad, se preparan para una temporada alta, porque el turismo sexual, traqueto y de drogas en Colombia seguramente va a crecer exponencialmente en el 2024 gracias a NETFLIX.

Al momento de escribir este artículo, el Twitter posteado en la red X desde mi cuenta personal @DanielMejiaLoz2 había llegado a 636 mil personas con un video visto por mas de 240 mil espectadores generando 2,12 mil comentarios, muchos de estos donde me insultan y defienden a capa y espada al crimen organizado que representa esta serie, es el estímulo y respuesta del entretenimiento traqueto que inyecta coca en sus audiencias.

Hoy nos encontramos en una sociedad de consumo criminal, suena un poco duro, pero de esta manera se ha determinado la comunicación de masas de los últimos tiempos. La teoría de la aguja hipodérmica de Bauer es muy importante para este análisis, en esta tesis se plantea una sociedad que dentro del término de `masa` se encuentra aislado, y hacia ese punto es donde se dirigieron las críticas a esta teoría.

Las mismas  a cargo de Raymond Bauer demostraron que el público nunca puede ser pasivo, sino que dentro de la sociedad hay una colectividad en la cual los individuos interactúan entre ellos y con otros factores externos. Se defiende una comunicación unidireccional, del emisor hacia el receptor que carece de interactuación.

Aunque con las redes sociales se genera una falsa percepción de interacción, hoy nos encontramos ante un publico que no interactúa, la comunicación es unidireccional en su esencia, hay ruido y una falsa percepción de libertad de expresión, eso es diferente.

Ahora bien, nos invaden el subconsciente con imágenes publicitarias en todos los escenarios de la vida cotidiana, Griselda llega al subconsciente de quien camina desprevenido por la calle, ha ingresado en su psiquis sin darse cuenta, actúa en los jóvenes adultos y hasta niños, sin embargo como lo plantea esta teoría de la comunicación, el publico nunca puede ser pasivo, es ente punto donde quiero concentrarme para hacer un análisis.

La aguja hipotérmica plantea que todo estimulo tiene una respuesta. En este caso la serie de Griselda genera un estimulo al dinero fácil, la prostitución, la droga, el crimen desmedido, la ausencia de valores, el desafío a la justicia y todos estos estímulos en una sociedad donde la juventud esta anestesiada por los valores de consumo, son muy peligrosos porque seguramente tendrán un efecto mortal en un porcentaje de quienes no vean en su vida otro camino y busquen unirse a estas redes criminales para tener una falsa vida heroica como la de Griselda.

No obstante, en este momento en medio de una falsa libertad de expresión nos encontramos abocados a la espiral del silencio. Quiero recordar a Elisabeth Noelle-Neumann quien reafirmo en los años 40 la idea del poder de los medios con su teoría llamada “la espiral del silencio”, esta establece la posición del medio en un punto importante de la atención social, estudia la opinión pública como una forma de control social y su tendencia del espiral del silencio es a enmudecer a quienes prestan o tienen posiciones diferentes a las mayorías.

Para todos los efectos de este articulo, me quedo con la teoría de Habermas, quien considera que la reformulación de la teoría crítica de la sociedad debe operarse desde el lenguaje pues es ahí donde pueden rastrearse los procesos de reconocimiento intersubjetivo que originan un modelo de acción.