Por: Miguel Ángel Rosales Alvarado

Sumario: ¿Puede la -IA- sustituir la aplicación de la Justicia ante el desastre moral del factor humano?

En el pasado Global Youth Leadership Forum, (GYLF-CANTABRIA-2018) se presentaron las sugerentes investigaciones de la Internacional Business Machines Corporation respecto a la computación cuántica y su visión sobre la evolución de la Inteligencia Artificial. Bajo la denominación “The Change in Citizen Service: How Artificial Intelligence, Automation and Blockchain will Change our Cities; El Cambio en el Servicio al Ciudadano: Cómo la Inteligencia Artificial, la Automatización y los Bloques Informáticos Cambiarán nuestras Ciudades.” Tanto Olga Blanco Poves y Enric Delgado Samper distinguidos ejecutivos y expositores de IBM presentaron como los últimos desarrollos computacionales permiten a través de los algoritmos trascender los valores binarios del 0-1, del verdadero-falso para asemejarse cada vez más al pensamiento racional humano.

Desde esta perspectiva nos comparten el Debater Project, o el Proyecto Debatidor un desarrollo informático de los laboratorios de investigación de IBM recientemente presentado al público en Enero del 2018 fruto de un arduo trabajo que durante 7 años ha permitido a una maquina estructurar argumentos en discursos respecto a los tópicos a favor de la exploración espacial y la telemedicina. Sin embargo, estos inicios en la emulación del pensamiento humano respecto a la toma de decisiones son supremamente sugerentes respecto a la ponderación de valores, la organización político-social-económico e incluso la administración de la Justicia.

En principio, se pretende que una -IA- aplicado a la argumentación aproveche los beneficios de la computación cuántica en cuanto el manejo del Principio de Supraposición, es decir, según un quibit o bit-cuantico es capaz de almacenar más información que el bit convencional que solo permite la determinación de un valor a través de la lógica binaria. Mientras la supraposición a nivel cuántico posibilita la valoración de una lógica polivalente, la cual permite ponderar todos los valores posibles, más allá del verdadero y falso. De esta manera, se hace factible el análisis de la contradicción, de la incoherencia, la inconsistencia. Así también, se permite generar una respuesta razonable, es más hasta generar una contraargumentación.

Por ello, enseñar debatir a una maquina a través de la programación argumentos en algoritmos posee importantes implicaciones respecto a los sistemas y subsistemas anticorrupción. Partimos que uno de los más importantes factores de la corrupción posee afecciones morales, emocionales, sentimentales e interés. Por estos motivos, la actividad política, la procuración de la justicia, la prosecución de los delitos relacionados con la corrupción encuentran la barrera moral del juicio sobre los hechos que se desvían de ley, asi

como de la rectitud de las buenas costumbres y formas. Al respecto se encuentran casos muy señalados en los últimos tiempos de enjuiciamientos con resoluciones afectadas por los factores morales como es el asunto de la risoria condena al exgobernador Cesar Duarte sobre el desvió de fondos públicos multimillonarios que finalmente concluyo en un recoveco judicial para dictaminar una fianza por 50 mil pesos. Más recientemente las escandalosas declaraciones del Chapo Guzman ante autoridades norteamericanas donde afirma la entrega de jugosos sobornos a un Secretario de Gobernación, así como a los dos últimos Presidentes de la República. Sin embargo, recuérdese que los casos de corrupción no son solo exclusivos de Mexico sino también a nivel internacional se muestran las limitaciones morales de los hombres para juzgar razonablemente acerca de los casos de corrupción como se ha mostrado respecto a los asuntos de Panama Papers, Odebrecht, Volkswagen, etc.

Consecuentemente, la visión de una Inteligencia Artificial Anticorrupción -IAA- cobra sentido e interés, ya que eventualmente un sistema computacional puede ayudar a los tomadores de decisión a concertar la elección más razonable al proporcionar “argumentos contundentes basados en evidencia y limitando la influencia de la emoción, el sesgo o la ambigüedad” como se propone en https://www.research.ibm.com/artificial-intelligence/project-debater/

De esta manera, tal parece que ante el escepticismo moral de esta ultra-modernidad sobre las resoluciones político-judiciales nos acercan pero a su vez son capaces de rebasar los escenarios de la Sci-Fi como en los casos de Metropolis, 1984, Matrix donde finalmente la -IA- se hace cargo de la organización y el orden social dentro de un marco de Justicia impuesto artificialmente a los agentes humanos. Por ello, ante la incredulidad y puesta en duda de un Sistema Anticorrupción manejado por agentes morales surge la interesante alternativa de una Inteligencia Artificial capaz de ponderar argumentos racionales sobre la eliminación de intereses, afectos, emociones que vician la prosecución de los hechos de corrupción. Dicho en términos coloquiales se evita la impunidad en el ingenuo perdón del acto culposo digamos del daño a las finanzas públicas, encubrimiento entre otros delitos y faltas administrativas que corren el riesgo de diluirse al mero interés incoherente del hombre al ignorar los marcos de la legalidad como se ha vuelto emblemático en nuestros tiempos alrededor del Mundo. Precisamente, una post-verdad que corrompe la realidad y que al parecer solo una -IA- es capaz de resolver en el equilibrio de la certeza de juicio.