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Acelerar cuanto antes la Ciudad Aeroportuaria

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Joaquín Villanova, hace un llamamiento a todas las administraciones e instituciones públicas y privadas para sacar adelante el proyecto de la Ciudad Aerportuaria, con el objetivo de “atraer inversiones y generar empleo”, algo “fundamental”, ha dicho, en el actual contexto de crisis por el coronavirus. El regidor ha avanzado que hace solo unos días la Junta de Andalucía admitió a trámite la solicitud presentada por el Ayuntamiento para la evaluación ambiental del proyecto.

“En un año con el actual Gobierno andaluz hemos avanzado más que en los 20 años anteriores, pero no podemos dormirnos en los laureles”, ha comentado en referencia al “bloqueo” por parte de los anteriores responsables socialistas de la Junta. Villanova ha insistido no obstante en que se sigan acelerando los trámites para sacar adelante “lo antes posible” esta iniciativa que ayudaría considerablemente a crear riqueza y puestos de trabajo (hasta 25.000 directos y 80.000 indirectos según los cálculos municipales). 

Hasta el momento se han celebrado hasta seis reuniones de trabajo entre representantes del Consistorio y de la Junta en torno a este gran proyecto. Hace unos meses tuvo lugar un encuentro al más alto nivel que citó en Alhaurín de la Torre a secretarios generales, directores generales y personal de dirección de las distintas consejerías implicadas en el desarrollo de este tipo de actuaciones.

La Segunda República en Marbella

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En este artículo voy a analizar la etapa de la Segunda República en Marbella, a través de dos estupendos libros sobre esta etapa, el de Fernando Alcalá (Marbella, Segunda República y Guerra Civil, crónica de una época difícil) y Lucia Prieto (Marbella, los años de la utopía: estudio de una comunidad andaluza (1931-1936)), que sirven para entender mejor esta etapa histórica a nivel nacional.

Para empezar, es importante tener en cuenta que existen dos versiones bien distintas sobre esta etapa histórica, una positiva o muy positiva, y otra negativa. La versión positiva de la Segunda República considera estos 5 años una etapa democrática muy positiva por cuando se lograron importantes avances para la clase obrera frente a la clase dominante, que son los empresarios o terratenientes y la Iglesia. Además, esta etapa estableció las bases para alcanzar la justicia social a través de una sociedad comunista en la que no existan diferencias de clases y la riqueza y la propiedad se distribuya de forma justa entre los ciudadanos, aunque esta sociedad utópica quedó frenada por un golpe de Estado militar para la protección de los derechos de los poderosos y enfrentó a los demócratas frente a los fascistas, los pobres frente a los ricos y finalmente vencieron la guerra civil los ricos, y se implantó una dictadura criminal y genocida que trajo el miedo y la miseria hasta que en los años setenta las izquierdas presionaron para la caída de la dictadura y consiguieron la llegada de la democracia y la libertad, que fundamentalmente empezó con la llegada del PSOE al poder en 1981, acabando entonces la transición. Esta versión positiva es la mayoritaria de los historiadores, de la práctica totalidad de los medios de comunicación y de la Ley de «memoria histórica». Es también la versión que se estudia en las universidades, como es el caso de la UNED en el libro de Santos Juliá «Manual de historia política y social de España» y es la que defienden historiadores como Tuñón de Lara, Ian Gibson, Angel Viñas y un largo etcétera. Como puede comprobarse por el título de su libro, también es la versión del libro de Lucía Prieto.

Frente a esta versión mayoritaria positiva, en los últimos años está ganando terreno la versión negativa de la Segunda República según la cual, esta etapa, caótica y violenta, tuvo como finalidad fundamental ser preparatoria para la implantación de una dictadura comunista, a la cual sólo se podía llegar a través de la violencia y la guerra civil, que se intentó en octubre de 1934 y posteriormente tras las elecciones de febrero de 1936, caracterizadas por el fraude y la violencia. Frente a dicha amenaza, el 18 de julio se alzó parte del ejercito al que se le unió media España y frente a todas las adversidades, lograron ganar la guerra, tras la cual se implantó un Régimen Autoritario que dio paso a una democracia con la aprobación de la Ley de Reforma Política de 1977 sometida a referendum aprobada por más del 90% de españoles. Los que apoyan esta versión, consideran que la justicia social no se logra con una dictadura comunista que elimina la propiedad privada y los derechos fundamentales, sino con una clase media y unos servicios públicos esenciales de cierta calidad, que se logró en los años sesenta, además de logrando una democracia y respeto de los derechos fundamentales, que se logró con la Constitución en 1978. Esta tesis minoritaria está apoyada por autores tradicionales como Ricardo de la Cierva y autores algo más recientes como Stanley Payne, Pío Moa o Salas Larrazabal. Estos autores además ponen de relieve la enorme crueldad y sadismo de los asesinatos del frente popular durante la guerra, así como que las muertes de represaliados en ambos bandos fue similar, unos 75.000 aproximadamente.

Volviendo a los libros de Marbella, mientras que el libro de Fernando Alcalá hay que destacar su mayor objetividad al tener el formato de crónica y no hacer valoraciones, para que el lector saque sus propias conclusiones, en cambio del libro de Lucía Prieto hay que destacar su extraordinaria metodología y uso de las fuentes, como historiadora profesional que es.

Voy a destacar algunos datos interesantes de estos libros:

  1. En la Marbella de los años treinta, la pesca suponía el 30% de su economía, dado que en aquellos años Marbella vivía de la agricultura y de la industria minera, lo que desmonta la tesis de algunos periodistas ignorantes de que antes de la explosión del turismo en los años sesenta, era un «pueblo de pescadores», a lo que habría que añadir la existencia de Marbella durante la Hispania romana, durante el Reino de Toledo así como su importancia como municipio durante la ocupación musulmana y tras la reconquista por Fernando el Católico.
  2. Tanto el libro de doña Lucía Prieto como de don Fernando Alcalá describen la existencia 8 comisiones gestoras y numerosas huelgas, lo que avalaría la tesis negativa de este época como bastante caótica y desorganizada. A ello se une la descripción que se hace del estado lamentable del ayuntamiento en 1937 tras la llegada de los nacionales, que incluye la descripción de los escasos fondos municipales, por haber huido con buena parte de los mismos el último alcalde de la República. En cambio doña Lucía Prieto describe los avances en las condiciones de vida de los trabajadores al obligar a los empresarios a unos salarios mínimos, lo que avalaría la tesis positiva de esta época.
  3. En octubre de 1934 se requisan a la agrupación socialista de Marbella una caja de armas, lo que avalaría la tesis negativa de esta etapa y la participación de PSOE del golpe revolucionario, salvo que se pensase que los miembros de la agrupación socialista eran aficionados a la caza de conejos y perdices, en cuyo caso, dicho hecho no avalaría la tesis negativa.
  4. En mayo de 1931, recién empezada la República, hubo un primer intento de quemar la Iglesia de la Encarnación. El peligro de su quema creció en 1936 y tras el 18 de julio, finalmente fue quemada junto con el Casino de Marbella, dado que ambos edificios representaban a las clases poderosas de la época, lo que avalaría la tesis negativa de la generación de odios durante la Segunda República como medio para lograr la dictadura del proletariado por medios violentos.
  5. El libro de don Fernando Alcalá hace una relación de represaliados de ambos bandos lo más exhaustiva posible, y cita casos de ejecuciones ejemplarizantes y crueles del bando nacional en el centro de Marbella. En cambio también dicho trabajo se refiere a la Cárcel de Málaga, a los que el alcalde republicano envió a unos 30 marbelleros derechistas y de los que fueron ejecutados, incluyendo el sacerdote de Marbella, unas 20 personas.

En definitiva, ambos libros sirven para avalar la tesis negativa y positiva sobre la Segunda República, debiendo el lector, como hace don Fernando Alcalá, sacar sus propias conclusiones sobre cual de las dos tesis le ofrece mayor verosimilitud.

La nueva Ley urbanística de Andalucía

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El pasado 18 de mayo de 2020, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó el proyecto de nueva Ley Urbanística de Andalucía que Dios mediante entrará en vigor en 2021.

Esta Ley introduce aspectos novedosos como es la eliminación del suelo urbanizable. Sin embargo, lo deseable es que durante la tramitación de la Ley, se facilite la transformación del suelo porque tal y como está redactada la norma, los requisitos son demasiado estrictos. Habrá que esperar la tramitación.

Crónica que desgarra el alma.

Cadena perpetua llego a Colombia sin contemplación ¿Sera suficiente? ¿Que hay en la mente de los violadores de una niña indígena?

Fueron 15 horas de angustia eterna, el drama de la niña indígena violada por siete militares en Colombia.

Por Albita Neira

Redacción Málaga Repórter España 

Allí; en aquel pueblo colonia… Caminando por sus calles empedradas, con su vestido de flores de muchos colores, su cabello rizado que enloquecido jugaba con el viento y la belleza de su alma reflejada en sus hermosos ojos…

Aunque las carencias no eran esquivas y anhelando como una “utopía” la presencia de mis padres, siempre me acompañaban una tierna sonrisa y una canción que tarareaba mientras jugaba bajo la lluvia. Una niña de 10 años que disfrutaba en esencia esa época maravillosa de la vida, así era yo con la misma inocencia de la pequeña del resguardo Indígena Dokabu de Pueblo Rico, en el Departamento de Risaralda Colombia.

En un lugar donde una voz recorre miles de kilómetros de una espesa selva con un verde intenso que rodea el rio San Juan y su eco es tan fuerte que se escucha en todo un país y en el mundo entero, una voz que desgarra el alma y clama justicia por la violación de su niña de 11 años por siete hombres de trajes militares pertenecientes al ejército nacional de Colombia, con los escudos y la bandera del país, quienes sin ninguna contemplación secuestraron a una niña indígena, la llevaron a una zona apartada y propiciaron el aberrante y macabro hecho.

Ha diario, hay más de 50 casos de abusos a menores de edad en este país suramericano. El 75% quedan impunes. Ahora bien, me pregunto ¿Qué hay en la mente de estos seres humanos? Mientras a su paso encuentran una niña sola, tímida e inocente, y la ven como su presa predilecta. Que hay detrás de esos patrones de conducta de jóvenes adolescentes “predadores” que no sobrepasan los 21 años de edad, pero que sus acciones son el reflejo de lo que hay en su corazón.    

En un artículo de la revista Psychology of Violence Sherry Hamby editora de la misma asegura que: “Si no comprendes realmente a los perpetradores, jamás entenderás la violencia sexual”, sin duda la violación no es un acto sexual, es una agresión con sevicia y mientras escribo estas líneas pienso como madre, me involucro en este escenario y veo unos niños que sin piedad abusan, humillan y destrozan a una niña indefensa, niños que son resultado de esta sociedad.

Esté como muchos otros casos es un problema global y la mayoría de las investigaciones de violencia sexual se centran en las conductas sexuales que son reconocidas como no consentidas, pero que colocan a las mujeres y niñas cómo las responsables de lo sucedido. Nuestras niñas no pueden ser un arma de guerra contra el proceso de Paz en Colombia, si bien estos militares deben tener cadena perpetua, ya anunciado por el Presidente de la Republica, la doble intención de esta ley para romper el proceso de Paz firmado por Santos preocupa.

Lo anterior teniendo en cuenta que muchos de los parlamentarios guerrilleros fueron violadores y hoy tendrían también cadena perpetua. Lo grave no es que ellos vallan a la cárcel, lo preocupante es que saquen las armas de la selva y atenten una vez más contra la sociedad civil.

Produce total indignación y miedo la incapacidad de la justicia colombiana para procesar, condenar y castigar con severidad a los abusadores de menores. Aunque nada justifica estos actos me pregunto: ¿Que está fallando en los hogares, en las instituciones educativas y en el Estado? ¿Están reaccionando a sus propias experiencias de abuso físico, sexual o emocional? ¿Fueron niños educados de acuerdo a los valores masculinos dominantes de su cultura?

Nuestra sociedad está enferma y hay una oscura realidad en materia de vulneración de derechos que enfrentan la niñas y adolescentes de Colombia. A pesar del subregistro, aún con las dificultades para denunciar y de los temores de las víctimas que no denuncian, en el 2019 se registraron 25.695 víctimas de violencia sexual y tres de cada cuatro de esas víctimas eran menores de 15 años, es decir que fueron cerca de 20.000 menores abusados en el año, lo que equivale a más de 50 niños y niñas abusados sexualmente cada día en nuestro país.

 
Cifras de la Unicef Colombia, organización que a mi criterio es retórica frente a este fenómeno al que la gran mayoría de los burócratas internacionales no le prestan atención suficiente. Aunque algunos esfuerzos individuales y unas pocas campañas puntuales se salvan, qué triste desempeño el de Unicef Colombia en los últimos diez años. Cuántos abrazos cortesanos han recibido sus funcionarios, como si se tratara de un contentillo de recompensa por adornar eventos oficiales, aun a costa de mirar para otro lado cuando se trata de condenar el accionar de los violadores de menores.

“Diseñar políticas de prevención, tener un mapa claro del problema, entender la magnitud y lograr que exista una prevención de los delitos. Aquí, un intento por saber que hay en la mente de “ellos” quiénes son y cómo podría prevenirse la pandemia del abuso sexual”, pienso que se debe generar una transformación desde esa primera célula; el hogar, la familia representada con una institución social y desde allí poder extirpar ese cáncer, siendo articulada esa transformación junto con el empoderamiento de las niñas y adolescentes frente a sus derechos.

“Un buen escritor escribe con base en su propia realidad”, decía el escritor colombiano Gabriel García Márquez y yo me sumerjo a través de esta crónica en ello, recuerdo mi infancia, jamás permití que alguien creyera que por mi necesidad o el afán de superarme tenia el poder para subestimarme y generar algún tipo de maltrato o abuso hacia mí.

Escuchamos mucha retórica cada vez que hay una violación que tiene repercusión pública. Algunos casos tienen complicidad del Estado como el de 5 niñas violadas en el Departamento de Guaviare también por militares del ejercito de Colombia, es inaceptable que estos grupos armados delincan con total impunidad vulnerando los derechos fundamentales de las comunidades menos favorecidas, y lo más indignante son pagos con los impuestos de toda la sociedad civil colombiana.

No se trata de protagonismos hipócritas de gobiernos falsos, necesitamos una respuesta contundente con justicia y educación. El grito de la niña de once años con sus lagrimas no es una noticia, que se emite y que luego se olvida. Esto es una tragedia.

La Sensibilidad Social nos convoca a reconstruirnos en Red

“Atravesar un territorio,

abrir un sendero,

reconocer un lugar,

 (…) inventar una geografía”.

Francesco Careri

La desigualdad social la podemos observar a la vuelta de la esquina, no importa en qué zona estemos del país o de nuestra Patria Grande Latinoamericana. La realidad es una sola y  no se puede ocultar, nos duele, nos interpela.

En esta época de Pandemia de Covid 19,  se visibilizó aún más la desigualdad social; puesto que no significa lo mismo hacer el confinamiento en un ambiente climatizado, que en una casa con Jardín o en un barrio popular de los tantos y diversos que tenemos con gran número de habitantes, muchas veces en viviendas con construcciones precarias, espacios disfuncionales y en extrema pobreza.

La Injusticia social no hace diferencia alguna entre género, edad o religión, y se acrecienta aún más en la falta de empleo genuino, ése trabajo que dignifica a la persona y que genera mayores oportunidades.

Sin dudas, esta  crisis social-sanitaria puso en evidencia el incuestionable rol del Estado como el gran “ordenador social” por excelencia. El Estado es el único actor con capacidad de coordinar, organizar y orientar en situaciones límites, hoy es observable como todos los sectores, incluidos los espacios más neoliberales exigen al sector público que los proteja. Es evidenciable que el Estado tiene, una vez más, el papel de “bombero insustituible” con un gran desafío por delante en rediseñar la construcción que se avecina.

En una entrevista de Deutsche Welle, la máxima representante de la CEPAL, Alicia Bárcena, informaba que la pandemia del Covid 19 dejará en América Latina “un desempleo de más de 12 millones de personas adicionales, de 8,1% a 8,5% de desempleo. Si no se toma ninguna medida, la pobreza aumentaría en forma dramática en la región: de 186 millones a 214 millones de personas. Y la pobreza extrema de 11% a 13,5% de la población, de 67 millones a 83 millones”. Considerando estos números y estas vidas sobre los que el Estado, los políticos, los empresarios y la sociedad civil deberán trabajar en Red para la Reconstrucción.

Una vez que la pandemia se retire ¿Qué desafíos deben enfrentar el liderazgo político y social para la reconstrucción?

-Lo primero y con urgencia es propiciar el fomento de políticas públicas que dejen de lado los intereses partidarios y que abracen a todos los sectores, generando una Red articulada entre el Estado, el Sector Privado y el Sector Social, para que trabajen de manera conjunta y no de forma aislada como hemos visto que ha venido sucediendo. Urge que los ciudadanos junto al sector social organizado, sean participes de decisiones de gobierno, para que las gestiones que administren el Estado formen plataformas transparentes y que las empresas puedan desarrollarse, producir y generar mayores oportunidades de empleos dignos. Los objetivos finales del desarrollo de estas acciones tienen que ver con el bienestar del ser humano, desarrollando mayores oportunidades y amplificando  sus potencialidades.

 A su vez, el Sector Privado debe entender que es parte de un entramado social  que lo convoca, y que su fin empresarial,  no solo será con visiones de crecimiento económico y de competitividad, sino que deberá sumergirse a participar activamente con responsabilidad social en momentos de crisis.

En el presente, las Organizaciones de la Sociedad Civil, están activas en cada lugar donde había una necesidad que cubrir, ocupándose de muchas acciones que anteriormente sostenían de forma directa las instituciones del Estado. Este ejemplo, nos invita a  considerar una construcción de una nueva institucionalidad, un nuevo patrón organizacional en red, que permita la cooperación y gestión entre instituciones tanto públicas como privadas. Esto no significa menos estado sino un Estado más inteligente para detectar problemas, articulando y ejecutando soluciones con los actores económicos y sociales.

 El desafío que enfrentaran los gobiernos democráticos para ser exitosos, será el de generar acciones estratégicas, soberanas, concretas, que controlen la producción y la distribución de los recursos para revertir la desigualdad social que se acrecienta en América Latina.  Así mismo, deberán implementar políticas públicas en todos los niveles con bases sólidas, guiadas y colocadas al beneficio de la vida humana, del cuidado del entorno comunitario y un impetuoso incentivo en el saneamiento del medioambiente.

Hay un fuerte llamado de atención a quienes tienen responsabilidades sociales y/o políticas; el asentar las plataformas para que se comiencen a generar las redes y las articulaciones con todos los sectores debe ser primordial en estos momentos, para así pensar en una prosperidad no muy lejana, con decisiones que impliquen miradas a corto y a largo plazo, y que vayan más allá de la bandera política.

Es aquí donde se juega una gran apuesta en los líderes actuales y del futuro, que no deberán temer a atravesar los territorios inhóspitos y áridos de nuestras sociedades, descubriendo nuevos senderos  y en definitiva que inventen una nueva geografía política, hacia el desarrollo de sociedades con educación de calidad, integral e inclusiva, con estructuras de producción equitativas, además de inversiones en salud, ya que la pandemia ha evidenciado la vulnerabilidad del sistema sanitario.

Es importante que la “nueva normalidad” post pandemia, sea representada con mayor consciencia social en los líderes políticos, en los gobernantes y en los referentes con influencias comunitarias; pues, es prioridad que prevalezcan los valores humanos y espirituales, permitiendo reabrir horizontes para que el ser humano se encuentre construyendo sociedades inclusivas y acogedoras, en las cuales, haya mejores espacios para los más vulnerables, con distribuciones más equitativas de las riquezas, en beneficio de todas las personas. La sensibilidad social nos hace ver la realidad que nos atraviesa y nos exige actuar de manera colectiva. El bien común debe ser la meta.