Linda Margarita Redondo Marini, originaria de Tegucigalpa Honduras, hija de Jaime Redondo Licona y su madre Suyapa Marini, la mayor de cuatro hermanos.

Desafiar los pronósticos desfavorables y convertirlos en hermosas experiencias de vida”

MR: ¿Cómo nace el deseo de escribir poesía?

LINDAMAR: Escribo desde que soy muy pequeña. Desde los 6 años de edad, es decir… desde que aprendí a escribir. Me gustaba escuchar a mi papá declamar las poesías que se aprendía para compartir con sus amigos en reuniones sociales y mi mamá me inculcó el hábito de la lectura. Así fui tomando gusto por la literatura y en especial por la poesía.

MR: ¿Siempre te gustó escribir poesías?

LINDAMAR: Siempre me gustó y cuando transcurrí en mi adolescencia, escribía poemas a los chicos que me gustaban, solo que ellos nunca lo supieron y yo a nadie se lo contaba. Guardaba esos poemas en una cajita fuerte de metal bajo llave en mi dormitorio y luego me animé a publicarlos en mi primer libro de antología, después de varios años.

MR: ¿Qué motiva tus poemas?

LINDAMAR: El amor, la reflexión, el silencio, el dolor (propio y más aún el de otros), la vida misma, la música, el sentimiento, el arte y la sociedad.

MR: ¿Escribir es tu pasión o tienes otras pasiones en tú vida?

LINDAMAR: Escribir de hecho, más que leer. Componer frases y versos es mi pasión. También y durante la pandemia aprendí a tocar guitarra de forma autodidacta con videos de YouTube. Encontré en la música un refugio e inspiración.

MR: ¿Has tenido algún tipo de formación en este género literario o simplemente se hacen por el sentir de tu corazón?

LINDAMAR: Aunque no estudié en la universidad la carrera de letras, tuve la fortuna de recibir varios talleres literarios liderados por grandes exponentes de la poesía chilena en los años que viví cerca de la casa de Pablo Neruda en Chile. Uno de mis maestros literarios con quien tuve una bonita amistad fue Gustavo Adolfo Frias, quien me presentó a Nicanor Parra (ambos contemporáneos y muy amigos entre si), y con ellos tuve alguna experiencia de aprendizaje en dichos talleres. También aprendí mucho de mi formadora Dora Miranda (Presidenta de ALIRE) a quien admiro mucho porque le encuentro semejanza de actitud con Gabriela Mistral; y del célebre escritor Alfonzo Larrahona, ex director de la sociedad de escritores de Valparaiso.

Y así en el camino de la vida he ido aprendiendo de mis propios errores, con la guía de personas de experiencia en el arte tanto en Chile como en Honduras que han gustado de mi poesía y me han ayudado a mejorar; Eduardo Bärh y Vilma Castillo por dar un ejemplo.

MR: ¿Por qué decides estudiar mercadeo y no inclinarse a estudiar arte?

LINDAMAR: Nunca estudié letras o literatura, porque, aunque fui formada en el hábito de la lectura, nunca he sido una lectora aficionada. Memorizar no ha sido lo mío… ni siquiera memorizo mis propios poemas y en la carrera profesional de letras, había que memorizar y aprender muchos textos. Yo soy más analítica y creativa, por esto último elegí como carrera base la mercadotecnia. Sin embargo, desarrollé mi pensamiento crítico en Chile al estudiar mi magister y postítulo en Educación, donde tuve la oportunidad de realizar mi tesis de grado con un trabajo de investigación en la facultad de Ciencias Sociales de la misma universidad donde me formé.

MR: ¿Cuéntanos sobre tu primer libro titulado “Amor a Fuego Lento”?

LINDAMAR: Es mi primer libro de compilación de poesías propias. Consta de 30 poesías y alguna que otra frase acompañada de imágenes en contexto artístico. Estas poesías fueron escritas durante la pandemia del COVID 19 y fueron inspiradas en el amor. Contiene además algunas poesías en tono algo elevado (erótico) por lo que está destinado a un público adulto.

Está a la venta mediante la plataforma de Amazon.com en todo el mundo.

MR: ¿Tus poesías se inspiran en tus propias experiencias o en el de las demás personas?

LINDAMAR: La poesía es el único teatro donde el que escribe es el actor exclusivo de la obra, sin que eso signifique ser su protagonista.

MR: ¿Qué poetas te han inspirado?

LINDAMAR: Nicanor Parra fue determinante en mi búsqueda de estilo y continuidad como escritora. Me gusta mucho la poesía de Gabriela Mistral y desde niña escucho a Rubén Darío.

MR: ¿Consideras que Honduras sea un país ideal para impulsar su talento?

LINDAMAR: ¡Por supuesto! Es mi tierra madre, que me parió y me vio nacer. Pienso que los artistas hoy tienen más apoyo y mejores oportunidades de mostrar su trabajo mediante la nueva administración de gobierno a cargo de la Dra. Anarella Velez, como su actual ministra de cultura.

MR: ¿Qué consejo le darías a otros poetas que desean lanzar su libro al mercado, pero tienen miedo?

LINDAMAR: Una de las barreras de todo artista es el miedo escénico. El temor a qué dirán si publico esto o aquello y la verdad es que ese temor lo comparo con los deportista de natación (mi deporte favorito). Cuando se ve desde un alto trampolín una piscina y viene su primer clavado. Es difícil enfrentar el momento y no siempre se hace bien, pero una vez que se logra, que se lanza, cae al agua y le gusta… luego no dejará de hacerlo y será su mayor desafío mejorar en cada clavado.

RM: Para finalizar Lindamar ¿qué defiendes fervientemente en tu vida?

LINDAMAR: Defiendo los derechos humanos, en especial los derechos universales de los niños y la mujer. He escrito poesía con enfoque en esto temas y enviado contribuciones a la Biblioteca de las Grandes Naciones (Pais Vasco, España) en muchas antologías publicadas en la plataforma Calameo desde el 2012, año que fui nombrada como Embajadora de la Cultura de Honduras en el Extranjero.

Lindamar:

Para hacer poesía no se necesita saber, se necesita vivir. Si tu vida es un conjunto de notas musicales donde los altos y bajos logran al final del día hacer una melodía que solo tu corazón escucha, sácala y dala a conocer en una poesía”. 

Entrevista realizada por nuestra directora en Honduras, doña Ceidy Castañeda.