Nadie duda llegando al ecuador de 2022 de que en plena tendencia de crecimiento económico de Andalucía, Málaga (capital y provincia) juega un papel singularmente relevante en el desarrollo del tejido empresarial y se está instituyendo incluso en un centro tecnológico y financiero importante a escala nacional.

El PIB de Málaga ha crecido en el último año por encima de la media de España y de la media andaluza, y las perspectivas para los próximos 12 meses son similares o incluso mejores, con un empuje muy fuerte tanto del turismo como de la construcción.

Precisamente en este último campo está desempeñando un papel fundamental el capital privado, contribuyendo con sus inyecciones a través de fondos de inversión al crecimiento de empresas que están en clara rampa de consolidación y expansión.

Desde DEXTER Global Finance, referente en gestión e intermediación financiera, y con sede en la ‘milla de oro’ de Marbella, su CEO Yeidy Ramírez señala que “el capital privado está funcionando de forma muy directa e inmediata para hacer más fuertes a empresas con necesidades de financiación, y de una manera muy visible y muy potente en todo el conjunto del inmobiliario: desde el residencial hasta el hotelero, desde el comercial al de los edificios de oficinas”.

Más allá de los recursos que proporciona la banca tradicional, los fondos de inversión internacionales, en efecto, no despegan su ojo de una zona de costa en la que, además, los indicadores industriales como de consumo van por muy buen camino; y esto, en un contexto en el que los ‘Fondos Next Generation’ van a jugar un papel adicional.

“Hay que reconocer que el viento sopla muy a favor en Málaga, y los empresarios son conscientes de que han de aprovechar las oportunidades en el corto plazo, y con gran agilidad, para crear riqueza. Nuestra misión es aquí la de poner a su disposición capital para ayudarles a conseguir sus objetivos, a prosperar, a vender, a crear empleos… con un amplio abanico de productos financieros a partir de un millón de euros y hasta 150 millones de euros, y que van más allá del ámbito inmobiliario o hipotecario”, señala Yeidy Ramírez.

La estabilidad política e institucional es otro de los factores que señalan los expertos como elemento claramente favorable para atraer a familias y a empresas (grandes, medianas y pequeñas), no sólo a turistas internacionales. Los engranajes, dejados atrás los efectos de la pandemia, ruedan en la buena dirección.