Dicen que el fútbol se gana con goles. Sin embargo, los postes jugaron un rol importante. Desde el comienzo el dueño de casa mostró más fluidez con la pelota en los pies. Como contrapartida, Argentina le planteó un encuentro intenso. El buen remate de Leandro Paredes sacudió la modorra. Pero Dani Alves destrabó un partido friccionado, tocó la varita mágica y gestionó una maniobra por el sector derecho. La triangulación concluyó en el tanto de Gabriel Jesus. El lateral y el delantero se destacaron por encima del resto. El defensor no paró de insistir y mantener preocupados a los argentinos. La frescura física del veterano de 36 años dejó de sorprender hace tiempo. Marcos Acuña y Nico Tagliafico no pudieron soltarse en la ofensiva.


Brasil tumbó a la Argentina y sueña con una nueva Copa América. El scratch mostró la cara de la contundencia en un trámite parejo. Gabriel Jesus y Roberto Firmino llevaron al local a la final.

El primer tiempo fue muy parejo, la única diferencia entre ambos fue la ventaja. Lionel Messi desequilibró por primera vez en la competición, en una apilada provocó disturbios. También causó faltas en las inmediaciones del área, la Pulga tomó el protagonismo. El cabezazo de Sergio Agüero en el travesaño fue la más clara de la etapa inicial, de no creer. La Albiceleste presionó y se desplegó a lo largo de todo el campo. En cambio, el elenco brasileño no produjo grandes avanzadas, solo destellos de calidad.

Scaloni volvió a fallar en sus cambios. Los ingresos de Giovani Lo Celso y Ángel Di María partieron el mediocampo, encima en el mejor instante de la visita. La desesperación no es buena consejera. Durante el complemento insistió: Un disparo mordido de Lautaro Martínez y un tiro desviado de Rodrigo De Paul. Las chances abundaron, aunque pecó de ineficacia Lo iba a pagar en algún momento. El tiro en el palo del diez fue la señal maliciosa, la suerte no acompañó. El VAR tampoco apareció en el Mineirao de Belo Horizonte. El Kun cayó en el área y Roddy Zambrano no prosiguió a la revisión de la jugada. La decisión del juez cobró relevancia porque en la siguiente acción se definió la historia. El local parado de contra fue una amenaza latente, el autor del primero ganó en potencia y le sirvió el segundo a Roberto Firmino. En la individualidad Brasil selló su jerarquía, en la capacidad de eludir a un rival.

La actuación del árbitro generó polémica. Las suspicacias son inevitables, en la competencia participa el anfitrión. También es cierto que el scratch llega al domingo sin tantos en contra, eliminó en los penales a Paraguay y sumó 7 de 9 en la zona de grupos. No obstante, el plan de Tite sobrepasa el torneo actual. En el 2016 la confederación brasileña fue a buscar un DT serio y trabajador. Sacó campeón a Corinthians de la Libertadores 2012. Para esta Copa América careció de su estrella Neymar.

En el mundo de las apuestas Brasil era el candidato del clásico. La selección Argentina se cruzó con el partido de su vida. Es una realidad que fue de menor a mayor. El combinado de Lionel Scaloni se quedó afuera en su mejor actuación, eso deja un mal sabor de boca. Solo el fútbol puede explicar esa clase de fenómenos. Ante un rival de jerarquía no le alcanzó. La contundencia es un factor indispensable, más aún, es un requisito crucial si del lado de frente figura el pentacampeón mundial. De todas maneras, la Albiceleste promovió a Leandro Paredes, Rodrigo De Paul y Lautaro Martínez, figuras de la renovación emergente. Por su parte, la Verdeamarela accedió a la finalísima. Los locales quieren alcanzar su noveno trofeo continental.