Por Diego Villarino
No es Carlos Tevez, tampoco Cristian Pavón. Mauro Zárate es el jugador que lidera la senda de triunfos en Boca Juniors, el futbolista que agarra la pelota y gana por actitud y calidad. Jugó varios años en Europa, en especial en el Calcio y la Premier League. Pero lo
más destacado de su carrera fue en Vélez Sarsfield de Argentina donde tuvo tres ciclos.
Tras una salida polémica del club de Liniers, llegó al Xeneize. En el Fortín no lo recuerdan con cariño, la institución había acordado la compra de su pase al Watford inglés y el volante prefirió afrontar otro desafío. El fin de semana se cruzan.
Bajo la dirección técnica de Guillermo Barros Schelotto no tuvo mucho lugar, de hecho no jugó la instancias finales de la Copa Libertadores 2018. Vivió la tarde del Santiago Bernabéu en el banco de suplentes. A pesar de haber marcado en los primeros partidos, el DT prefirió a otras estrellas. La llegada de Gustavo Alfaro marcó un cambio en su nivel. El
entrenador le dio la confianza que necesitaba. En un principio disputó el puesto con Carlos Tevez, muy conocido por brillar en el Manchester United y en la Juventus.

Mauro Zárate se transformó en la figura de Boca Juniors. En el 2019 convirtió más goles
que Tevez, Pavón y Benedetto. El domingo enfrenta a Vélez donde no tuvo su mejor salida.
Cómo lo recibirá la hinchada fortinera

A diferencia de Carlitos, Mauro Zárate nunca pudo destacarse en las ligas de élite. Sin embargo en el fútbol no hay lógica. El ex Vélez empezó a hacer de las suyas.
Disputó un lugar desde abajo, tragó saliva y esperó desde las sombras. Cuando le tocó saltar al campo del juego, frotó la lámpara en más de una oportunidad. No era la figura destacada de la vidriera. Pavón llegó a tener una cláusula de 50 millones de dólares, fue a
Rusia 2018 y compartió la selección con Lio Messi. Su rendimiento bajó post Mundial y perdió terreno. Darío Benedetto es la otra carta de renombre, el delantero fue parte del combinado albiceleste en las eliminatorias. Ninguno de ellos está en su mejor momento. En
un mar de dudas, Mauro Zárate se vistió de protagonista.
Goles de todos los colores: pelotas paradas, emboquilladas, rebotes y remates desde afuera del área. Nada es un obstáculo. El último tanto que convirtió en la Copa de la Superliga es el número diez en el 2019. No podía ser de otra manera que de tiro libre, esta vez la víctima
fue Godoy Cruz Antonio Tomba. Su disparo de derecha es letal, representa una amenaza para cualquier valla. Con la cancha seca o mojada, es un peligro inminente.
La perseverancia es un mérito en Zarate. En momentos donde el equipo no encontró la brújula, se adueñó del espíritu ofensivo, aún teniendo aciertos y errores. Rápido, hábil y con una chispa de explosión, es el goleador menos pensado. Su atrevimiento provoca varias faltas a favor, recibe patadas y nunca desiste en atacar. No es un organizador definido pero comanda el juego de Boca Juniors. El domingo el volante y la afición de Vélez volverán a verse las caras, promete ser un encuentro picante.